16 ene. 2025
El Ayuntamiento de Avilés plantó un total de 127 árboles durante 2024. Lo hizo tanto mediante nuevas plantaciones como con la reposición de ejemplares en la vía pública. Cabe recordar que el gobierno local mantiene su compromiso de plantar tres árboles por cada uno que sea necesario retirar, con el objetivo de seguir aumentando la masa arbolada de la ciudad, multiplicando así los beneficios tanto para los ecosistemas urbanos como para la salud de los habitantes.
Durante el año pasado se plantaron en la ciudad los siguientes ejemplares:
– Flores de cerezo: 17
– Aligustres: 17
– Catalpas: 17
– Crataegus: 16
– Camelias: 8
– Plátanos: 8
– Está prohibido: 7
– Haya: 7
– Laurel: 6
– Petirrojos: 6
– Magnolias: 4
– En Pisard: 4
– Carpas: 3
– Abedul: 3
– Ceniza: 2
– Flores de manzano: 1
– Acebos: 1
– Total: 127
Eliminación de álamos enfermos
La empresa EULEN realizó para el Ayuntamiento de Avilés, dentro de las obras incluidas en el contrato de Mantenimiento, Conservación y Limpieza de Espacios Verdes, la retirada de seis chopos que se estaban pudriendo en la base y corrían peligro de caer. En concreto, los ejemplares fueron localizados en la calle Santa Apolonia, y su retirada se basa en diversas evaluaciones y pruebas determinadas por el «Plan de Control de Riesgos del Arbolado Vial y Zonas Verdes de Avilés».
Uno de los criterios de evaluación establecidos es el «objetivo» (la frecuencia de uso humano del área de posible impacto en caso de falla). En el caso de los chopos mencionados anteriormente, este valor fue de 4 sobre 5, comprometiendo la seguridad de peatones y vehículos. La retirada de estos 6 ejemplares se compensará con la plantación de 18 ejemplares, de acuerdo con el compromiso de plantar tres árboles por cada uno retirado.
El álamo es una especie con una propensión superior a la media a sufrir fallos estructurales, por lo que determinar su retirada a tiempo es fundamental para evitar su caída. Otros ejemplares enfermos que integraban el mismo grupo en la calle Sta Apolonia fueron retirados previamente por sus problemas estructurales.
A finales de los años 1990 y principios de los 2000, estos árboles fueron afectados por una plaga, Saperda populnea, que producía galerías internas en el tronco, lo que con el paso de los años resulta en un debilitamiento estructural. El chopo se rompe por el cuello, en muchos casos sin presentar síntomas previos, y su mayor debilidad suele ser el daño en el sistema radicular, imperceptible a simple vista.
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