
Los trabajos de restauración de la talla del Salvador en la Catedral de Oviedo han concluido después de casi tres meses de arduo trabajo. La imagen, que se mantuvo en su ubicación original durante el proceso de restauración, está lista para celebrar su festividad el próximo miércoles 6 de agosto, coincidiendo con la fiesta de la Transfiguración del Señor.
El Deán de la Catedral, Benito Gallego, ha destacado la importancia del Salvador como titular de la Catedral, representando a Cristo muerto y resucitado. Durante la celebración, la imagen lucirá adornada con laurel de una manera especial para no dañar el trabajo de restauración.
El restaurador a cargo, Jesús Puras, explicó que los trabajos se centraron en la eliminación de repintes, lo que permitió datar la obra en los inicios del período gótico, entre los siglos XIV y XV. Además, se restauraron elementos que habían desaparecido debido a daños anteriores, como la cruz sobre la bola del mundo y detalles en la túnica, manos y pies.
La intervención reveló la decoración original de la imagen, mostrando que la túnica era azul con motivos de hiedra y el manto rojo de cinabrio, un color costoso en la época. La hiedra en la túnica simboliza la resurrección y la eternidad divina, según Puras.
La talla presenta elementos decorativos de diferentes períodos, incluyendo grabados de origen flamenco y palabras en árabe escritas por cristianos arabeparlantes. Se descubrieron estratos polícromos de distintas épocas, manteniendo la estratigrafía original.
La imagen, de 1,83 metros de altura, contiene reliquias selladas en su base con plomo, aunque su contenido exacto sigue siendo un misterio. Se espera que todas estas conclusiones se detallen en un próximo estudio a publicarse próximamente.
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