
El consejero de Hacienda del Principado, Guillermo Peláez, ha presentado en la Junta General la propuesta de reforma del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) en Asturias. Esta reforma, calificada como «la más justa y progresiva de toda España», tiene como objetivo principal concentrar los beneficios fiscales en las clases medias y trabajadoras.
Entre las medidas propuestas se encuentra un aumento del 10% en los mínimos personales y familiares, que no se habían actualizado desde 2015. Además, se contempla una reducción de un punto porcentual en el primer tramo de la tarifa del IRPF, gravando los primeros 12.450 euros de renta al 9% en lugar del 10%. Con esta modificación, Asturias se sitúa entre las comunidades autónomas con el tramo más bajo de este impuesto.
Para compensar el beneficio fiscal de los tramos más altos, se plantea un aumento del cuarto tramo, del 18,5% al 19,2%, aplicable a rentas superiores a 55.000 euros. Según Peláez, esta medida neutraliza cualquier ventaja para las rentas más altas sin aumentar la carga tributaria.
Se estima que el 90% de los contribuyentes asturianos se verán beneficiados por esta reforma, especialmente aquellos con ingresos inferiores a 35.000 euros, que representan el 80% de los declarantes. Además, se prevé un incremento de medio punto en el tipo impositivo para las rentas superiores a 175.000 euros, con el objetivo de que quienes más ganan contribuyan más al estado del bienestar.
Otra modificación propuesta es en el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales, que afectará a los grandes tenedores de vivienda, quienes pasarán a tributar al 15% en la adquisición de nuevas propiedades si poseen más de 10 inmuebles, según la definición de la Ley de Vivienda.
Durante la presentación de la propuesta, los grupos parlamentarios de PP y Vox manifestaron su descontento por la premura en la convocatoria, mientras que el consejero de Ordenación del Territorio, Vivienda y Derechos Ciudadanos, Ovidio Zapico, aseguró que el Gobierno autonómico seguirá profundizando en una política fiscal progresiva.
En resumen, la reforma del IRPF en Asturias busca garantizar un sistema más justo y equitativo, donde los beneficios fiscales se centren en las clases medias y trabajadoras, mientras se incrementa la contribución de las rentas más altas al sostenimiento del estado del bienestar.
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