El Arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, ofició la tradicional misa solemne en Covadonga con motivo del Día de Asturias, destacando la apertura y acogida de esta festividad. En su discurso, resaltó la importancia del Santuario como un lugar de belleza y refugio espiritual en medio de las dificultades, haciendo especial énfasis en los recientes incendios que han afectado a Asturias.
Sanz Montes hizo un llamado a la unidad y reconstrucción, instando a no permitir que los desastres naturales o intencionados destruyan el futuro de la región. Destacó la relevancia de la juventud como motor de cambio y renovación, citando al papa emérito Benedicto XVI en su mensaje de esperanza y superación de adversidades.
En un gesto simbólico, la ofrenda a la Virgen en esta ocasión fue realizada por los seminarios, en lugar de los concejos asturianos. A pesar de la lluvia, la procesión de la Santina no pudo llevarse a cabo, pero la presencia de autoridades como el presidente de la Junta General, Juan Cofiño, fue agradecida por el Arzobispo y el Abad de Covadonga, David Cueto.
La ceremonia en Covadonga se convirtió en un espacio de reflexión y esperanza, resaltando la importancia de mantener viva la tradición y la fe en medio de las adversidades que enfrenta la comunidad asturiana.
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