Especies invasoras amenazan capacidad de bosques para almacenar carbono

Los bosques desempeñan un papel crucial en el ciclo global del carbono y brindan múltiples servicios a la sociedad. Sin embargo, la introducción de especies exóticas puede tener un gran impacto en la capacidad de los bosques para mitigar los cambios climáticos, ya que las especies invasoras amenazan su capacidad de almacenar carbono en el suelo.

Este es uno de los principales hallazgos de un estudio realizado por Adrián Lázaro Lobo, profesor asistente de médico en la Universidad de Oviedo e investigador asociado con el Instituto de Biodiversidad Mixto (I cuenta) y el equipo científico del Jardín Botánico Atlántico, que proporciona nuevos datos sobre el papel. El estudio fue publicado en la revista Biological Review, con el máximo impacto en su área de conocimiento.

El trabajo, realizado en colaboración con 13 investigadores en el mundo, ha revisado todos los artículos publicados hasta ahora. Los resultados indican que los bosques dominados por las especies introducidas tienen un mayor almacenamiento de carbono en el compartimento aéreo, mientras que los bosques locales albergan más carbono subterráneo.

Este fenómeno puede tener importantes implicaciones en la durabilidad del carbono y la vulnerabilidad ante trastornos. Los autores concluyen que las políticas forestales destinadas a mejorar la captura y almacenamiento de carbono a largo plazo deberían mantener y promover los bosques locales.

Desafiar el cambio climático

Adrián Lázaro Lobo recuerda que el cambio climático es uno de los principales desafíos que enfrentan las sociedades humanas actualmente. «Como los bosques representan importantes sumideros naturales de carbono en los ecosistemas terrestres, las administraciones de todo el mundo lanzan programas a gran escala para promover bosques, incluidas las compuestas de especies introducidas», dice este investigador.

«Sin embargo, los árboles introducidos pueden causar grandes impactos en las funciones y servicios de los ecosistemas forestales, incluido el ciclo del carbono, porque pueden diferir de los árboles domésticos en las características estructurales y funcionales», agrega. Además, la asignación de carbono entre los compartimentos aéreos y subterráneos puede variar entre los bosques nativos e introducidos, lo que afecta la vulnerabilidad de los depósitos de carbono.

En este estudio, los investigadores realizaron una revisión global para comparar el almacenamiento y el flujo de carbono entre los bosques dominados por los árboles nativos e introducidos. Compilaron 250 artículos, con datos cuantitativos sobre las variables del ciclo del carbono. Incluyó 170 especies de árboles introducidos, que cubren 55 países en todos los continentes, excepto la Antártida.

Los bosques dominados por las especies introducidas han mostrado un mayor almacenamiento de carbono debido al lobo.

Entre los flujos, la tasa de captura de carbono fue mayor en los bosques introducidos, mientras que la tasa de pérdida de carbono no diferenciaba entre los bosques nativos e introducidos. Las diferencias de almacenamiento de carbono y el flujo entre los árboles nativos e introducidos fueron mayores en las primeras etapas de la vida (es decir, plántulas y jóvenes).

En general, «los bosques introducidos tenían un mayor almacenamiento y flujo de carbono que los bosques locales, cuando ambos eran naturales/naturalizados o plantados; Sin embargo, los bosques naturales nativos han presentado valores más altos para las variables relacionadas con el ciclo de carbono que las plantaciones de árboles introducidas”, explica este investigador.

Los resultados indican que la promoción de los bosques dominados por las especies introducidas podría aumentar el almacenamiento de carbono en el compartimento aéreo en detrimento del almacenamiento subterráneo de carbono. «Esto puede tener altas implicaciones de rayos en la durabilidad y la vulnerabilidad del carbono frente a los trastornos, porque el carbono almacenado en el suelo es más estable que el carbono almacenado en troncos y ramas de los árboles, que son más vulnerables a los trastornos, como fuertes vientos e incendios”, explica.

Por lo tanto, «la promoción de los árboles locales será crucial para estabilizar las concentraciones atmosféricas de CO2 en el suelo forestal, que es un componente clave del ciclo del carbono”, concluye el investigador.

FUENTE

Por Redaccion

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