El consejo de Gobierno ha acordado en su reunión ordinaria de este lunes la reactivación del plan de control del lobo cuando se va a cumplir un mes desde que la especie saliera del Lespre y el gobierno del Principado de Asturias.
«En el momento que sale la publicación del boletín –este lunes– vamos a empezar a realizar controles amparándonos en aquellas zonas donde hay daños reiterados en el corto plazo. No hay limitaciones, es decir, el programa contempla un año y viene establecido cuáles son las posibilidades de extracción en cada zona determinada», explicó en rueda de prensa el consejero de Medio Rural, Marcelino Marcos Líndez.
El consejero aseguró que se demuestra así el compromiso firme con el medio rural y, en concreto, con la ganadería. «Estamos actuando con agilidad, sin perder un solo minuto», dijo.
Así, según ha explicado el consejero, los últimos estudios sobre la población de lobos reflejan que Asturias cuenta con 45 manadas, de las cuales 42 son reproductoras. La población estimada se sitúa entre los 360 y los 405 animales.
Desde 2001, año en el que se registraron 22 manadas, la población ha mostrado una tendencia general de crecimiento, al igual que los perjuicios sobre la ganadería.
En 2024 se confirmaron daños en 3.257 cabezas de ganado bovino, caprino, equino y ovino, lo que supone un aumento del 19,70% en comparación con 2021. Además, el coste de las indemnizaciones se incrementó un 96,16% en el mismo período, hasta alcanzar los 1.538.028 euros el año pasado.
ZONAS DE CONTROL
En cuanto a las zonas de control, en el programa anual de gestión se establecen además siete zonas. Serán la Zona 1: Noroccidental. Se establece un máximo de seis extracciones, por los elevados daños causados en el ganado: 748 reses afectadas en 2024; Zona 2: El Palo-Esva. Se fija un máximo de seis animales por los numerosos perjuicios causados: 768 cabezas de ganado atacadas en 2024; Zona 3: Suroccidental. Se podrán extraer hasta cuatro ejemplares, dado que los daños sobre el ganado fueron relativamente bajos: 84 cabezas el año pasado; Zona 4. Centro-occidental. Se permitirá la extracción de hasta seis cánidos, dado que los ataques sobre la cabaña ganadera aumentaron el año pasado hasta las 425 cabezas; Zona 5: Central. Se autoriza la extracción de hasta ocho lobos, por el incremento de daños del año pasado, que afectaron a 473 reses; Zona 6: Centro-oriental. Se autoriza la extracción de hasta ocho lobos en un área en la que se han estabilizado los daños, con 292 reses afectadas en 2024 y Zona 7: Picos de Europa (fuera del parque nacional). Se podrán eliminar hasta cuatro ejemplares.
Además se establecen unas áreas sin gestión específica. «En estas zonas se autoriza la extracción de hasta once animales, con la posibilidad de aumentar este número si resulta necesario», ha indicado Marcos Líndez.
Los períodos para efectuar los controles se fijan en dos franjas del año: de enero a abril y de septiembre a diciembre. No obstante, también serán posibles las extracciones puntuales entre mayo y agosto, por ejemplo, de animales que causen daños repetidos. Fuera de las zonas de gestión citadas, se podrán abatir ejemplares durante todo el año.
En cuanto a los métodos de regulación previstos, se incluyen los aguardos o recechos, el apoyo en reservas regionales de caza -es decir, la extracción durante cacerías autorizadas de otras especies- y las batidas cuando los métodos anteriores no resulten suficientes. También se podrá solicitar la colaboración de cazadores, cuando proceda.