Duro Felguera ha dado un paso importante al presentar su plan de reestructuración al Juzgado de lo Mercantil número 3 de Gijón (Asturias) para su homologación, con un amplio respaldo de los acreedores. Este plan marca el fin del proceso de preconcurso que la compañía solicitó en diciembre pasado y que ha sido prorrogado en varias ocasiones.
Las sociedades han solicitado la homologación judicial del plan de reestructuración, el cual fue formalizado en escritura pública el 21 de octubre de 2025 y aprobado por los acreedores, según un certificado expedido por Lexaudit Concursal. Se destaca que la ‘Clase 1’ de cada sociedad cuenta con el voto favorable de más de tres cuartos de los créditos incluidos en dicha clase.
Con este paso, Duro Felguera deja atrás la fase de preconcurso y se adentra en el proceso de homologación judicial, tras haber aprobado el plan en las diferentes clases de acreedores. La empresa ahora se encuentra en la etapa de revisión en sede judicial, con la expectativa de una ejecución ordenada del plan y el objetivo de consolidarse como una compañía más ágil y competitiva en los próximos años.
Además, se ha convocado una junta general extraordinaria de accionistas para el 14 de noviembre, donde se someterá a votación la aprobación o rechazo del plan de reestructuración. El consejo de administración aprobó este plan con la finalidad de garantizar la estabilidad económica de la empresa, evitar el concurso de acreedores y asegurar la continuidad de sus operaciones en el futuro.
Dentro de la reestructuración, el grupo mexicano Prodi asumirá el control de Duro Felguera y se compromete a aportar una nueva financiación de diez millones de euros para dotar de liquidez a la compañía y asegurar su viabilidad a corto y medio plazo. Se contempla la reducción del pasivo y de las contingencias mediante quitas a algunos acreedores, con el objetivo de fortalecer la posición financiera de la empresa.
Por otro lado, el proceso de reestructuración incluye una recapitalización que implicará una reducción de capital por pérdidas y la salida de Mota-Engil México del accionariado, mientras que Prodi mantendrá el control mayoritario. Esta operación está condicionada a un aumento de capital mediante compensación de créditos, con la finalidad de garantizar la actividad de Duro Felguera antes de la homologación del plan.
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