
Un individuo que fue procesado por intentar asesinar a un vecino en Avilés debido a problemas de celos aceptó el pasado miércoles una condena de cinco años de prisión y 7 años de alejamiento después de admitir que apuñaló a la víctima cerca del corazón con la intención de quitarle la vida, tal como afirmaba la Fiscalía del Principado de Asturias. Tras cometer el acto, el procesado optó por lanzarse por la ventana para evitar ser detenido.
La audiencia se llevó a cabo el miércoles en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, con sede en Oviedo. Aproximadamente a las 23:00 horas del 12 de abril de 2024, el procesado inició una serie de llamadas y mensajes de WhatsApp a la víctima, quien vivía en su mismo edificio en la Travesía de la Vidriera de Avilés, instándolo a bajar a su domicilio para conversar, ya que habían tenido conflictos previos a causa de los celos, dado que el procesado creía que la víctima había mantenido una relación con su pareja.
La víctima se negó a bajar, expresando que si quería hablar con él, que subiera, a lo que el procesado accedió. De este modo, alrededor de las 3:00 horas, subió al rellano del séptimo piso, donde se encontraba la víctima, y tras una discusión y con la intención de acabar con su vida, le clavó un arma blanca cerca del corazón. Acto seguido, huyó hacia su domicilio para resguardarse.
Cuando la Policía llegó al lugar, el procesado optó por lanzarse por una de las ventanas, cayendo a la calle para evitar ser aprehendido.
La víctima logró ingresar a su hogar, siendo su esposa quien contactó a los servicios de emergencia, los cuales lo trasladaron rápidamente al hospital. Desde el 15 de abril de 2024, el procesado se encuentra en prisión provisional comunicada y sin fianza por este caso.
Los hechos fueron considerados como un delito de homicidio en grado de tentativa. Tras reconocer su culpabilidad, el procesado aceptó una condena de cinco años de prisión, con la inhabilitación especial para ejercer el derecho de sufragio pasivo durante el periodo de la condena, así como la prohibición de acercarse a menos de 300 metros de la víctima, su domicilio o lugar de trabajo, y de comunicarse con él por cualquier medio, todo ello durante 7 años.
En términos de responsabilidad civil, el procesado deberá indemnizar a la víctima con 7.480 euros, más los intereses legales correspondientes, y al Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa), con la cantidad que se determine por los gastos médicos ocasionados.